martes, 9 de junio de 2015

 los ataudes colgantes de filipinas

Los miembros de la tribu Igorot han estado enterrando a sus muertos en ataúdes colgantes, en las paredes de los acantilados, desde hace cientos de años. Piensan que este ritual acerca a sus muertos a los espíritus ancestrales, además de mantener sus cuerpos de forma segura.
La tradición indica que los fallecidos, al estar colgados en lo alto de una pared,  están más cerca del cielo y desde las alturas pueden observar y cuidar a sus seres queridos en la tierra. Sin embargo, una razón más práctica sería que, de esta manera, no ocupan un terreno que pueden utilizar para cosechar.Algunas veces, al lado del ataúd se cuelga una silla dónde se sienta al fallecido. Los ataúdes y las sillas crean en Echo Valley una atmósfera espeluznante.




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